
En la era digital actual, con información flotando constantemente a nuestro alrededor tratando de llamar nuestra atención, ¡lo visual cuenta! Es un hecho que la capacidad de atención se está reduciendo notoriamente. La gente se hace una idea de una escena visual en menos de una décima de segundo y el 65 % de la población mundial aprende de forma visual.La narración visual es la piedra angular de la publicidad, pero lo mismo es aplicable al Visual Merchandising. Las creaciones visuales efectivas son un activo estratégico.
Los consumidores actuales ya no quieren simplemente comprar, sino que buscan una experiencia de compra gratificante, hecha de emociones, de historias. Las historias te hacen sentir. Ayudan a transmitir información y hacen que esta se retenga mejor.Contar historias es una excelente manera de transmitir de qué trata tu marca. Ayuda a crear una propuesta de valor, un punto diferencial, y a conectar los productos a la misión de una marca. Además, las buenas historias merecen ser recordadas y compartidas, toda una necesidad en nuestro panorama social actual.Uso de la narración en el Visual MerchandisingLa mente humana trata de encontrar significado. Llega a crear —incluso a inventar— conexiones. Además, cuando la mente no puedeCambie la conversación de “Quiero esto” a “Necesito esto”.crear una narrativa ordenada a partir de la información recibida, tiende a ignorarla. Si tu comercialización se diseña al azar, los clientes potenciales no la entenderán y, en última instancia, no comprarán.
Por tanto, seleccionar un nuevo producto y asegurarte de que esté en las zonas correctas de la tienda es solo una pequeña parte de las responsabilidades de un merchandiser. Lo más importante es presentarlos artículos de una forma visual e imaginativa, que involucre al cliente y lo impulse a comprar.El buen merchandising produce una narración clara y sin contratiempos, por medio de la sensibilidad estética y la creatividad. Los merchandisers en sí deben ser conocedores de la iluminación, los diseños, elescaparatismo y los gráficos publicitarios.
Los merchandisers deben convertirse en narradores expertos y crear un mundo en el que puedan adentrarse los clientes. Deben elegir la decoración, los productos y la marca adecuados para diseñar y configurar el concepto de escaparate perfecto para la exposición: ser expertos en contar con los artículos historias que conecten con las necesidades, los deseos y la imaginación de los clientes.